La soja es un cultivo que presenta, en términos relativos, altos requerimientos de macronutrientes cuando se lo compara con otros cultivos alternativos o tradicionales en la región.

Es de destacar que la producción de una tonelada de grano de soja requiere de 80 kg de Nitrógeno.

Sin embargo y como contrapartida de estos altos requerimientos, el cultivo de soja presenta la particularidad, por su condición de leguminosa, que hasta un 85% del total del nitrógeno requerido lo puede obtener a través de la FIJACION BIOLOGICA DE NITROGENO atmosférico (FBN), producto de su asociación simbiótica con las bacterias del género Bradyrhizobium, las que se localizan en estructuras denominadas Nódulos. Esto, transforma a la Soja en un cultivo con fuerte independencia de la capacidad de los suelos de proveer nitrógeno. En condiciones de cultivos comerciales sobre áreas que poseen historia agrícola y donde la simbiosis se ha establecido adecuadamente, es razonable estimar que del total del Nitrógeno presente en los tejidos de la planta, el 75% ha sido obtenido a través de este proceso biológico.

La relación entre el Nitrógeno proveniente de la FBN y el absorbido desde el suelo por la planta puede moverse dentro de un amplio rango que depende de numerosas variables dentro de las cuales podemos destacar: La capacidad del suelo de proveer nitrógeno, historia agrícola de la chacra, condiciones climáticas, manejo del agua, manejo de barbecho, disponibilidad de otros nutrientes, potencialidad del cultivar, época de siembra, eficiencia y adaptación de la cepa del inoculante etc.

RESPUESTA A LA INOCULACIÓN

El nivel de respuesta a la inoculación, medido en rendimiento en grano de soja ha sido y sigue siendo motivo de constantes estudios. Resultados obtenidos en varias localidades de nuestro país desde el año 1986 coinciden en su tendencia con datos provenientes de países y regiones con mayor historia del cultivo.

Respuestas en rendimiento del orden del 30 al 60 % son esperables en suelos sin antecedentes del cultivo, mientras que ensayos en red han demostrado que incrementos dentro de un rango inferior, aunque también importantes de 5 a 14%, son esperables en suelos con antecedentes de soja.

Maximizar la eficiencia de la FBN requiere del uso de inoculantes capaces de promover una rápida instalación de la simbiosis. La calidad de los inoculantes se torna entonces un factor decisivo para el logro de este objetivo.

La calidad en términos de inoculantes, está referida básicamente a dos parámetros. Uno de carácter cualitativo, está directamente relacionado a las características de las cepas usadas. El otro, de carácter cuantitativo, está determinado por la capacidad del producto o formulación para mantener altas concentraciones de bacterias (Rhizobios/ Bradyrhizobios) en las condiciones de almacenamiento y uso normales, con el fin de alcanzar y mantener el número de bacterias por semilla requerido para una rápida y efectiva nodulación.

Las cepas incorporadas en los inoculantes NITRONAT, han surgido del Programa Nacional de Selección de Cepas de Rhizobium / Bradyrhizobium del Laboratorio de Microbiología de Suelos y Control de Inoculantes L.M.S.C.I. -M.G.A.P.- y han sido seleccionadas de acuerdo a una serie de parámetros objetivos que han permitido equilibrar los criterios de adaptación, seguridad y alto potencial de fijación en las condiciones donde van a ser usadas.

El parámetro cuantitativo se refiere a la concentración del producto (Bradyrhizobios/g o ml de inoculante), el cual está directamente relacionado a la obtención de una temprana y efectiva nodulación. La obtención de inoculantes de alta concentración está condicionada por la tecnología de fabricación y la composición y esterilidad de los soportes usados

Los inoculantes NITRONAT aseguran una concentración mínima de 2.000 millones de Bradyrhizobios viables / g o ml de producto al momento de la liberación de la partida al mercado y 1.000 millones a la fecha de vencimiento. Estos valores aseguran la inoculación con un número entre 550.000 y 1.100.000 Bradyrhizobios viables por semilla de soja.

La conjunción de una tecnología adecuada a la producción de inoculantes de calidad con un sistema eficiente y estricto de control por parte de CALISTER S.A. y del L.M.S.C.I – D.G.R.N.R. – M.G.A.P. organismo encargado del control de calidad oficial de los inoculantes, aseguran que los inoculantes NITRONAT cumplan y normalmente excedan las exigencias reglamentarias actualmente vigentes en Uruguay, las cuales son superiores a las del resto de la región y equivalentes a las de aquellos países más exigentes en cuanto a la calidad de sus productos.